domingo, 19 de diciembre de 2010

Enough...


Hace mucho que dejé de entender el mundo. ¿En que se ha convertido?
En un lugar en el que las mejores personas, que he conocido y que me quedan por conocer, son las que más sufren. En un mundo en el que nos vemos forzados a vernos a través de los ojos de los demás, unos ojos que probablemente están cegados por el flash de una cámara que los fotografió hiriendo a otro ser humano.
Un mundo en el que los crueles hacen todo lo posible por pisar el mayor número de personas, como si se tratara de una competición, y un mundo donde la gente mira impasible todo ese sufrimiento, como si fueran espectadores de una película que no les afecta para nada.
¿Quien les dio el derecho de mirar por encima del hombro? ¿Quien les dio el derecho de erigirse juez, jurado y verdugo?
Pues óiganme todos ustedes.
Paren el mundo, que yo me bajo...

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