jueves, 23 de diciembre de 2010

Porque hay cosas, sin las que no se puede vivir...


Levantarme y pensar que ojalá que todo acabara de una vez, que mi mente finalmente volviera a dormirse para no despertar.
Perder las ganas de ir a clase, teniendo la sensación de que si voy, solo voy a ir para sentirme morir.
Llorar sin parar, con la sensación de que a nadie le importa y de que las paredes se estrechan en torno a mi.
Esconderme en el rincón más pequeño y oculto posible, hecha un ovillo.
Esa soledad, día tras día.
Encerrarme en mi misma, porque no puedo soportar que nadie tenga en sus manos mis secretos, porque me aterra como puedan usarlos...

Pero TÚ, le das la vuelta a todo. TÚ haces que me levante cada día, que rece (si, que rece) porque el fin de semana pase lo más rápido posible. TÚ haces que sonría, hasta cuando lloro. TÚ, solo TÚ. Por ti encuentro cada mañana la fuerza para pintarme la sonrisa, y salir a la calle. TÚ, con tu increíble fuerza, sujetas las paredes que se cierran en torno a mí. TÚ, que haces que sea absurdamente fácil contar lo que ni siquiera soy capaz de reconocer ante mi misma. TÚ, lo eres todo...

2 comentarios: