viernes, 19 de noviembre de 2010

Con la sangre yo no pienso negociar!

El odio no es bueno. Creo que en eso estamos de acuerdo. Pero a veces es inevitable, e incluso necesario odiar. Porque a veces, el odio, es lo único que nos ayuda a cambiar las cosas que no deberían ser como son...


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